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COMUNICACIÓN CON EL EXTERIOR
    RECEPTORES SENSORIALES
  Los seres humanos tenemos millones de neuronas que responden de forma directa a los estímulos del ambiente que nos rodea.
  Estas neuronas son conocidas como receptores sensoriales.
  Responden en forma específica a estímulos diversos como luz o sonido.
  Estos receptores los podemos encontrar en los órganos sensoriales como los ojos, oídos y piel entre otros.
  TIPOS DE RECEPTORES
  Son cinco las categorías de receptores:
  - Receptores del dolor
- Termorreceptores
- Mecanorreceptores
- Quimorreceptores
- Fotorreceptores 
 
  Receptores del dolor
  Los receptores del dolor o nociceptores los encontramos por todo el cuerpo a excepción del encéfalo.
  Son estimulados por sustancias químicas que se liberan en los tejidos que sufren daño.
  La importancia del dolor es vital ya que nos avisa de peligro, daño en los tejidos o enfermedad.
   
  Receptores de temperatura
  Los receptores de temperatura o termorreceptores, se localizan en la piel, el interior del cuerpo y el hipotálamo.
  Detectan las variaciones de la temperatura del medio ambiente y del interior de nuestro cuerpo.
   
  Los mecanorreceptores
  En los músculos, la piel y en los oídos, encontramos este tipo de receptor especializado.
  Los mecanorreceptores detectan el contacto, presión, el estiramiento de músculos, el sonido y el movimiento.
   
  Los quimorreceptores
  Estos sensores detectan sustancias químicas del ambiente externo.
  Los encontramos en la nariz y en las papilas gustativas.
   
  Los fotorreceptores
  Localizados en la retina dentro de los ojos.
  Detectan estímulos lumínicos que envían a el área visual de la corteza cerebral, en donde son procesados para formar imágenes.
   
  LA VISIÓN
  Percibimos luz a través de nuestros ojos.
  La luz entra inicialmente a través de una capa dura y transparente de células llamada cornea, esta ayuda a enfocar la luz.
  Luego la luz atraviesa una cámara ocupada por un líquido llamado humor acuoso.
  La pared trasera de esa cámara esta formada por un disco, el iris, que es la parte de color del ojo.
  Este disco formado por fibras musculares posee una abertura llamada pupila la cual es agrandada o reducida para regular la entrada de luz.
  Detrás del iris encontramos el cristalino.
  Pequeños músculos unidos al cristalino modifican su forma para lograr un enfoque preciso al ver objetos cercanos o distantes.
  En seguida del cristalino encontramos una cámara posterior llena de un líquido gelatinoso transparente llamado humor vítreo.
  La retina es una capa de células fotorreceptoras que convierten la luz en impulsos nerviosos que son enviados al sistema nervioso central.
  Tenemos dos tipos de fotorreceptores, los bastones, que no detectan color pero son muy sensibles a la luz, y los conos que si detectan los colores pero son poco sensibles a la luz.
  Una región de la retina conocida como mácula lútea  o fóvea es el sitio donde se concentran más conos y el área de visión más aguda.
  En el lugar donde el nervio óptico sale del ojo no se encuentran fotorreceptores y se le conoce como el punto ciego.
   
  AUDICIÓN Y EQUILIBRIO
  El oído humano además de detectar el sonido también cumple la función del equilibrio al detectar los cambios de posición durante el movimiento.
  Los oídos detectan el tono y el volumen de las vibraciones del aire que entran en el canal auditivo.
  Estas hacen vibrar la membrana timpánica que las transmite a tres huesecillos que son el martillo, el yunque y el estribo.
  Audición
  El estribo las transmite a la ventana oval en donde generan ondas de presión en el caracol  lleno de líquido en el oído interno.
  Dentro del caracol se encuentran pequeñas células pilosas que son estimuladas por estas ondas de presión produciendo impulsos nerviosos que son enviados a través del nervio auditivo al encéfalo.
  Equilibrio
  En nuestros oídos encontramos una estructura formada por tres conductos conocida como conductos semicirculares por la forma de medio círculo.
  Dos sacos pequeños junto con estos conductos detectan constantemente la posición de la cabeza y del cuerpo en relación con la gravedad.
  Cuando nos movemos el líquido contenido en estas estructuras estimula las células pilosas haciendo que envíen impulsos nerviosos al encéfalo para determinar la posición y movimiento del cuerpo.
   
  OLFATO Y GUSTO
  El sentido del olfato posee la capacidad de detectar sustancias químicas en el aire por medio de los quimiorreceptores en el revestimiento de la mucosa nasal los que al ser estimulados, envían impulsos nerviosos a través del nervio olfatorio al encéfalo.
  Las papilas gustativas son los órganos sensoriales que detectan el sabor por medio de sensores químicos o quimiorreceptores, la mayoría se localizan en la lengua, los sabores pueden ser: salado, agrio, dulce y amargo. Algunos investigadores mencionan un quinto sabor al que llaman “umami” dado por el glutamato contenido en el glutamato monosodico. 
   
  TACTO
  El órgano más grande que poseemos es la piel y es aquí donde se localiza este sentido.
  La piel posee receptores sensoriales para la temperatura, contacto y el dolor.
  Las regiones con más receptores son los dedos, pies y rostro.